miércoles, 30 de abril de 2014

EXCURSIÓN CIENTÍFICA, CON MÁS DE UN CENTENAR DE ESTUDIANTES, AL MANICOMIO DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT ( 4 DE MAYO DE 1915)

Histórica fotografía en los jardines del Manicomio de San Baudilio de Llobregat, con motivo de la excursión científica que efectuaron , en aquel establecimiento, más de un centenar de alumnos de sexto curso de la Facultad de Medicina, de Barcelona.
 (Foto: Fondo documental Joan Vendrell Campmany)
                                                                                                                                 

Dada la extensa  crónica publicada en  "La Vanguardia" (1) sobre este acontecimiento,  no voy a extenderme en preámbulos y me limito  a  reproducir íntegramente la información aparecida en aquel medio de comunicación de la capital catalana.

" EXCURSIÓN CIENTÍFICA
EN SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT

Los alumnos de sexto curso de esta Facultad de Medicina, que el domingo último visitaron el Instituto Pedro Mata, de Reus, estuvieron ayer en el reconombrado Manicomio de San Baudilio de Llobregat, a cargo de los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios, y con tanto esmero dirigido facultativamente por el doctor Rodríguez-Morini.
Más de un centenar de estudiantes, presididos por el ilustrado catedrático doctor González Prats y acompañados por distinguidos auxiliares de la susodicha Facultad, formaron la expedición de ayer que salió en el tren de las diez de la mañana, línea del Nordeste de España, y llegó á su destino viente minutos después, siendo cariñosamente recibida en los andenes de la estación de San Baudilio por el citado médico director doctor Rodríguez-Morini, el Hermano Prior y personal facultativo.
Los expedicionarios dirigiéronse seguidamente al establecimiento destinado á mujeres. En él les aguardaban las Hermanas del Corqazón de Jesús, que les obsequiaron con pastelillos, licores y bebidas refrescantes.
Escolares y catedráticos pasaron luego al salón principal, donde el doctor Rodríguez-Morini dió una interesante conferencia de nosología.
Precediéronla unas breves y elocuentes frases del doctor González Prats, quien refirióse á los excursiones anteriormente efectuadas á Salt y á Reus y pidió al doctor Rodríguez-Morini se dignara dar cuantos detalles pudiesen hacer más útil y provechosa la que se estaba realizando.
El distinguido médico director comenzó su conferencia afirmando que era muy plausible la práctica de estas expediciones científicas, de verdadera extensión universitaria, tanto más teniendo en cuenta que el Esatdo no facilita al alumno la enseñanza completa, que deja únicamente encomendada á los libros.
Tributó luego merecidos elogios á los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios y á las Hermanas del Corazón de Jesús, que se dedican enteramente á los desgraciados enfermos en aquellos establecimientos albergados.
A grandes rasgos hizo historia del Manicomio desde su fundación en 1854 por el doctor Pujadas, y su ampliación en 1892 hasta el presente, que àra el establecimiento es  de verdadera prosperidad. Ocupa, dijo, una extensión de doce hectáreas en una hermosa vega del Llobregat á la orilla derecha del río, y en las pintorescas afueras de la villa de San Baudilio. 
Emplazados la mayor parte de los edificios en terrenos de suave declive y al pie de una pequeña montaña de forndosa vegetación, constituye el moderno Manicomio una explédida Casa de curación para enfermos del sistema nervioso, á cuyo efecto se halla dotado de toda clase de elementos psicoterápicos. Por su proximidad a Barceloa (12 kilómetros), goza de las ventajas propias de la gran urbe, y por su aislamiento, en plena campiña, disfruta de la tranquilidad de los pequeños poblados y del aire puro y reparador del valle, siempre verde, fecundado por las aguas del Llobregat.
Recordando una frase del doctor Giné y Partagás, dijo: Esta casa es de vosotros, pero no quisiera que fuese para vosotros.
Entrando en el estudio del establecimiento en sí mismo, manifestó que, como los demás en Españ, el Manicomio de San Baudilio es algo más que un hospital. En el extranjero los manicomios son clínicas psiquiátricas; aquí, añadió, tenemos la clínica, pero como carecemos de otros establecimientos adecuados, el manicomio constituye también un asilo. Es, pues el establecimiento que vais á visitar un hospital y asilo.
+Habló luego de la población enferma, que asciende á 1.800 indivíduos de los dos sexos, en su mayoría incurables, y de algunos detalles acerca  de las agrupaciones establecidas para suplir en parte la falta de locales especializados. Esto ha sido más fácil en el establecimiento destinado á hombres, moderno en su totalidad y dispuesto en forfma de pabellones aislados. En cuanto á los  edificios para las mujeres la buena voluntad de las monjas encargadas ha de suplir las deficencias de una construcción anticuada.
Por último agrega, que para hacer más práctico  el exámen de casos clínicos, propondrá la clasificación siguiente que en seis grandes grupos reúne a todos los enfermos de la mente:
Primer grupo: Psicodisgenesias (déficit mental congénito). Comprende las congénitas ó frenasténicas (idiotas, imbéciles,débiles mentales y cretinos) y los Síndromes, degenerativos y evolutivos (maníacos y melancólicos).
Segundo grupo: Demencias (déficit mental adquirido), Demencia precoz; item paralítica; idem vesánica; idem orgánica, é idem senil.
Tercer grupo:  Paratemias (Trastornos de la emotividad, afectividad ó sensibilidad). Manía  y melancolía, comprendidas ambas en la locura maníaco depresiva. Melancolía afectiva.
Cuatro grupo: Paranoias
Quinto grupo: Toxifrenias. Exógenas (todos los tóxicos) y endogenas.
Sexto grupo:  Psiconeurosis.
Explicó detalladamente los componentes de la anterior clasificación y al terminar fue muy aplaudido.
Los expedicionarios comenzaron en seguida la visita del departamento de mujeres, recorriendo todas las dependencias, dormitorios, cocinas, comedores, patios y jardines. Reina en ellos limpieza y orden absolutos, á pesar de la característica de la población albergada. La contemplación de aquellas desgraciadas deprime sobremanera el espíritu á la vez que aumenta la admiración que el visitante siente por las Hermanas que dosis tan elevada de paciencia y cristiana caridad necesitan para cuidar como lo hacen á tan infelices enfermas.
Terminada la visita de este departamento pasaron los expedicionarios al destinado á los hombres, y en la sala de recreo de los pensionistas, el doctor Rodríguez-Morini fue presentándoles casos clínicos conformes á la clasificación anteriormente reproducida.
Recorrieron luego algunos pabellones admirandoasimismo la limpieza y el orden en todos los servicios y á las tres de la tarde aproximadamente, fueron llamados á la mesa, para saborear el delicado almuerzo que los hermanos hospitalarios generosamente les dedicaban.
Presidió el doctor Rodríguez-Morini, acompañándole los doctores Saforcada y Peyri, el Hermano Prior; los doctores González Prats y Llinás de la Tejera, Durán, farmacéutico del Clínico; Riba y Sanz, Borrell, Giménez Vera, secretario del Manicomio; Guardia, Quiroga, García, Gili, Rossique,Valle, Soler, Seoane, Cuevilles, Busquet, Campins y Boldocchi.
Al finalizar la comida, el estudiante don Ernesto Matons, en nombre de sus compañeros agradeció al hermano prior el obsequio que les hacía; al doctor Rodríguez-Morini la amabilidad conque les había distinguido y al catedrático  doctor González Prats el interés que ponía en que fuesen eficaces las enseñanzas teóricamente aprendidas.
Hablaron después los alumnos señores Echarte y Arnau, los doctores Rossique y González Prats y por último el doctor Rodríguez-Morini, quien atendiendo la petición hecha por el anterior, aceptó la idea de dar  un cursillo de neuropatología.
Debía efectuarse el regreso de los expedicionarios en el tren de las cinco y minutos, pero faltaba mucho para ver y se perdió aquel tren. Recorrióse el extensísimo parque; los talleres donde trabajan los enfermos, la imprenta, donde se elaboran  verdaderas preciosidades, las tierras dedicadas al cultivo y cuidadas como todo lo demás por los asilados que buenamente se prestan a ello.
Después se visitó los pabellones destinados á los epilépticos y á los procesados y los expedicionarios pudieron una vez más convencerse de lo admirable que son aquellas condiciones higiénicas que han reducido á un 4 por ciento la que anteriormente era eloevada cifra de mortalidad.
Luego pasaron los excursionistas á la sala de visitas de la dirección, donde en el álbum dejaron consignada con firma y rúbrica la inmejorable impresión que les había producido las peculiares condiciones del establecimiento y la admiración que les causaba la labor abnegada de los hermanos y hermanas que cuidan de los enfermos y el meritísimo trabajo del personal facultativo.
Con esto dióse la visita por terminada, regresando los excursionistas á Barcelona, donde llegaron á las nueve de la noche, aproximadamente"

(1) "La Vanguardia". Jueves, 6 de mayo de 1915. Página 6